martes, 28 de agosto de 2012

Poder curativo del polen en la prostatitis.


EL PODER CURATIVO DEL POLEN

Un estudio germano-sueco presentó datos concluyentes en cuanto a la efectividad del polen frente a los padecimientos de la próstata. Fue realizado por los urólogos ALKEN, JONSON y ROL quienes hicieron observaciones en 172 varones con prostatitis. A algunos se les administró polen por un lapso considerable. Gran parte mostró alivio y quienes siguieron utilizándolo no mostraron recaídas. Con ello se vio que la prostatitis se puede tratar con dosis frecuentes de polen. Otros médicos naturistas lo recomiendan como reconstituyente y preventivo y anotan que podría evitar que muchos varones lleguen a la cirugía. Asimismo, sugieren que se tome todos los días.


Polen

La próstata pesa solo unos pocos gramos en el momento del nacimiento. Su aumento de tamaño comienza en la pubertad y cesa a la edad 20 años, cuando alcanza un peso de aproximadamente 20 gramos. En la mayoría de los hombres, próstata comienza a agrandarse todavía más después de los 50 años de edad. 

“El uso de polen en enfermedades prostáticas ha reportado resultados estimulantes, sobre todo en las primeras fases del desarrollo patológico.”

PROPIEDADES GENERALES DEL POLEN

Las propiedades de este polvo son abundantes. Contiene cernitina, con la cual se forma un extracto usado para combatir enfermedades como la gripe, el sarampión y los trastornos urinarios; la anemia en los infantes y el estreñimiento crónico en los adultos son otras de las afecciones que ayuda a solucionar. Asimismo, actúa como regulador de las funciones orgánicas, ataca la diarrea, ayuda a desintoxicar y, por si fuera poco, fortalece los vasos sanguíneos y se recomienda para tratar la neurastenia, la depresión, el insomnio, la pérdida de memoria y la fatiga ocular. Una de sus cualidades más interesantes es la de ser un antibiótico natural muy eficiente, por lo que puede usarse como complemento especial en caso de enfermedad o infecciones, o bien como ingrediente común de la dieta diaria.





LA PRÓSTATA Y EL POLÉN
De acuerdo con los estudios que Jonssen y sus compañeros obtuvieron con hombres a los que se les administró constantes dosis de polen, se observó la manera en que los padecimientos prostáticos cedían frente a su acción, viéndose en él un eficaz coadyuvante par el tratamiento de dichas afecciones.

El uso del polen en enfermedades prostáticas, según informan los especialistas, ha reportado resultados estimulantes sobre todo en las primeras fases del desarrollo patológico. Su utilización está muy bien establecida en los casos de prostatitis.

Hace unos años el Dr. Ask-Upmark trató 12 casos de prostatitis con polen Cernelle (que se obtiene de plantas cultivadas por el hombre con polen especialmente bueno cosechado por un aspirador gigante), mediante una dosis de cinco tabletas diarias como primer alimento matutino: sólo en dos casos tuvo malos resultados, pero las mejorías en los otros 10 fueron muy favorables.


En las investigaciones de Jonson, Alken y Rol, antes mencionadas, se descubrió que la preparación de polen produjo alivio en una cantidad no menor al 44% de los 172 varones estudiados. Uno de esos pacientes es un buen ejemplo de los efectos a largo plazo del polen, pues aun cuando los médicos lo dieron de alta él recordó que tuvo una recaída al no tomar sus tabletas unos días, así que prefirió seguir tomándolas, durante unos nueve años, sin presentar efectos colaterales negativos en ningún momento.

Un caso realmente excepcional fue el de un hombre de 75 años con graves problemas prostáticos, quien tomó tabletas de polen por dos días, al tercer día descubrió, en el hospital donde le realizaban un estudio, que sus problemas habían desaparecido, ya que las radiografías que ahí le tomaron no mostraron rastro alguno de la enfermedad, sus síntomas se fueron sin dejar huella, por lo cual no hubo necesidad de operar.

Cuando se presenten problemas prostáticos aún hay esperanzas para convertirse en una estadísticas más, gracias a nuevos métodos de detección de las enfermedades de esta glándula y, sobre todo, a los medios para evitarla, con una vida y una alimentación sanas; además existe el polen, un gran aliado para ello, el vual, quizá en un futuro no muy lejano podrá ser estudiado mejor y luego convertirse en una cura invaluable para los varones.

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